Un equipo internacional de científicos dirigido por el profesor Volker Hessel, de la Universidad de Adelaida, ha desarrollado un plato ideal para los astronautas. Ha resultado ser una ensalada vegetariana. Mediante programación lineal, los investigadores seleccionaron su composición para que el cuerpo del astronauta recibiera los nutrientes necesarios en proporciones óptimas. También había que minimizar el consumo de agua y la superficie necesaria para cultivar sus componentes a bordo de la nave espacial.
Las personas en el espacio tienen que utilizar más energía que en la Tierra. Además, la ingravidez «quita» al organismo muchos micronutrientes, cuyo aporte es crítico. Por ello, la ensalada «espacial» incluía boniatos y/o pipas de girasol, cacahuetes, cebada y col, soja y semillas de amapola. Los análisis mostraron que aún le faltaban algunos micronutrientes, pero está previsto corregirlo con los aditivos adecuados.